Vehemencia

Vehemencia

Y desnuda estás…
Como mi alma en esta noche repentina
que se abraza encendida a tu mirar.

Tu piel, claroscuro constante…
Me envuelve en felicidad.

Y en mi cama no existen ausencias,
culpas absurdas, infidelidad ajenas.
Solo tu olor, tu esencia inquieta
le da vehemencia a tanta paz.

Garabatos en mi espalda se bifurcan y me enredan,
arritmias constantes, gemidos e impulsos carnales.
Taciturnos vibrares de tu caderas.

Sabes que solo dentro de ti tropieza mi paz.

Y allá afuera, frías y comedidas veredas
que conllevan miedos y temores
a los zombies transeúntes
que entre ilusiones ocultas.
Viven en su longevidad austera.

Dentro de ti, el fuego que nunca quema…
Terciopelo amalgama nuestro difuso alrededor.
En ti el calor, el sudor y la cómplidad es perfecta.

Extenuación de mi verdadera ilusión.
Por ti hago el amor y no la guerra.