Busco en sus labios pasión
esa locura inaudita
que me sumerge en enredos.
En su cuerpo el arduo calor…
Mientras mis ciegas manos dejo.
Y contemplo lejano mi corazón
a un costado de este lecho disperso
yace sin consuelos.
Instinto nocturno y flagelación...
Amor prisionero observo.
Como caníbales voraces de ansías
resignamos a no enloquecer por sentimientos,
entrega inmediata a la atracción.
Calor y desamor en juego.
Se me hace difícil encontrar… Ese amor.
La empatía corre displicente en su piel
y la distancia confunde momentos.
¡Me alimento del destierro de mi corazón!
Bajo su frío sudor se revelan mis miedos.
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