Deseando fingir la vida…
Hay mañanas que pasó de largo
y me abrazo al retrete cotidiano
para no percibir mas mentiras.
Y a este tabú tan profano
le resto un poco de engaño
para equilibrar los vaivenes
de tantas hipocresías.
Será que me he vuelto un otario
después de tanto amores prohibidos,
de robarle nostalgias al tiempo.
De pedirle al mundo un suspiro.
Sé que en mis enojos constantes
dejo pasiones carnales, poesías banales,
y sufro mas de lo que es debido.
Pero ciegas van esas miradas oscuras
que avanzan entre torpezas menudas,
almas frías sin conciencia ni mesuras.
Que atropellan con tal de llegar.
Y las mentiras siempre prosperan…
Pero llegar de cualquier manera
no quiere decir triunfar.
Aún sigo deseando fingir la vida…
En el mundo hay tantas mentiras
que se toman como verdades indiscutidas.
Reflejos sobre el papel de esta sociedad.
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